18 lunas…
El Ilita completó hoy sus nueve meses, el fin de lo
que las mamás naturalistas llamamos “segunda gestación”, o “gestación extra
uterina”. Mi pequeño mamífero, quisiera siempre llevarte en el pecho, pero la
vida continua cantando y el mundo de
afuera que tanto te sorprende te reclama cada día y yo que quiero verte libre
me enseño poquito a poco a soltar tus alas de pajarito.
Para mí, el tiempo de mi habitual luna de mujer,
recomenzó, la Pilar que fui un año y medio atrás antes del embarazo, reapareció
un poco des orientada y preguntando dónde estaba con su obstinación de siempre… Ya somos otra querida, ahora
somos con este Ilah una nueva mujer. No le gustó mucho y está en terapia.
Pase un año y medio en función de mi niñito redondo y
feliz, y perdí mi vida pasada, mi cuerpo, mi cabello, mis espacios privados, mi
tiempo, mi manía de estar sola y de no
precisar de nadie, mi absoluta libertad por la que luche la vida entera, hasta
que la tuve fugaz convertida en una tarde de sol viendo el mar adormecer, un
segundo antes de saber que Ilah existía… En retorno, gane una vida nueva, una
familia, un país y un horizonte de ideas buenas que me hacen menos libre pero más
fuerte, mas mujer, mas entera, menos miedosa, menos egoísta con el mundo. Perdí
mi piel suave y mis músculos tallados, pero gané una vía láctea en mi pecho que
me agranda el corazón. De todas formas, lucho por mis músculos e intento
recuperar lo que quiero conservar de mí.
Mi Ilah, mi amado, para nosotros dos este día es más
importante que celebrar un primer año, porque después de hoy comienzan tus ojos
a mirar distinto, pasarás algunas horas del día sin mí, comenzarás a caminar,
tus nuevas palabras serán cada vez más claras y armónicas podrás decir por ti
sin que yo traduzca, la presencia de tu papá será cada vez más clara, así como
la de otras personas y familiares, y yo intentaré comprender nuestras pequeñas
y necesarias separaciones, sin dejar de decirme lo que ya la Merceditas Sossa
se decía cuando pensaba en su cría de veinte años: “Cada minuto tuyo yo vivo y
muero. Cuando no estás mi hijo como te espero”.
Por que si, aunque el Eduardito me dice que soy
posesiva yo reclamo mi derecho de ser mami-fera, yo reclamo mi derecho de sentir
lo que siento, yo reclamo mi derecho de
estar cerca del Ilah todo el tiempo que yo quiera, aunque la sociedad y la
mujer de antes me diga que trabaje, que estudie, que haga ejercicio, que vuelva
a ser la misma, que me cuide, que mire, que el tiempo pasa, que me relaje.
Pero Yo que me hago caso le dije al mundo que iba a
parar y paré, y parí, le dije al mundo que yo iba para una caverna a cuidar de
mi guagua y me fui, sin que nadie me importe, ni yo misma, y ahora estoy aquí
con él y de a poquitos se lo entrego al mundo y de a poquitos vuelvo a ser lo
que yo era, sin serlo.
Nosotros dos, nosotros tres, nosotros todos creciendo
y amando, intentando para ti que este mundo sea un nido bonito, que esta mamá
sea contigo suave y feliz como esta
tarde de enero en verano.
"...gané una vía láctea en mi pecho que me agranda el corazón." Quanta sensibilidade, amiga! Muito lindo! Te gosto muito! besitos
ResponderExcluir